

Postre gijonés, típico de la ciudad asturiana de Gijón, hecha de crema de turrón y bizcocho.
Hay varias versiones sobre su origen. Algunas versiones dicen que la familia Agüera elaboró una tarta de turrón para una boda familiar. Pero la versión aceptada es que en el año 1980, Miguel Ángel Álvarez Baños, tercera generación de una de las familias de confiteros más conocidas de la ciudad, creó la popular tarta.
Hoy esta tarta es uno de los emblemas dulces de la ciudad, desbancando a la que hasta ese momento era la tarta por excelencia de la ciudad, la Charlota. La mayoría de confiterías de la ciudad la elaboran, aunque la fórmula original sigue en manos de la Confitería La Fe.
Riquísima y elegante tarta, se puede comer en cualquier época del año, aunque la crema de turrón llama a la época navideña,
aquí, mi versión:

Ingredientes:
Para el bizcocho:
3 huevos
tres cucharadas de azúcar
tres cucharadas de harina
1/2 cucharadita de polvo de hornear
Esencia de vainilla (opcional)
pizca de sal
Para la crema:
1 tableta de turrón blando
200 ml de leche
200 ml de nata para montar
100 g de mantequilla
5 hojas de gelatina
Para remojar el bizcocho:
250 ml de agua
2 cucharadas de azúcar moreno
1 chorrito de tu licor favorito (opcional)
Elaboración:
Para un molde de 18 cm: prepara el bizcocho; comienza separando las claras de las yemas. Bate las claras con la pizca de sal y cuando comiencen a espumar añade las cucharadas de azúcar una a una y sigue batiendo hasta llevar a punto de nieve; incorpora a continuación las yemas y sigue batiendo a una velocidad más baja para que no se desinfle la mezcla, por último añade la harina tamizada junto con el polvo de hornear e integra despacio con una espátula.
Vierte en el molde (yo lo hice en dos moldes separados de igual tamaño 18 cm, pero puedes hacerlo en el mismo y cortar el bizcocho a la mitad)
Lleva al horno precalentado a 180ºC durante 15 minutos o hasta que el bizcocho comience a separarse de la pared del molde. Deja enfriar unos minutos antes de desmoldar y prepara la crema.
Para preparar la crema: sumerge en agua las hojas de gelatina para hidratarlas; mientras, en un cazo, pon la leche, la tableta de turrón blando , la mantequilla y la nata y deja que se derritan sin llegar a ebullición, cuando se haya desecho, puedes pasar la mezcla por la batidora en el caso de que hayan quedado trozos de turrón sin deshacer. Prueba la mezcla y añade una cucharada de azúcar si te parece algo soso. Por último, escurre bien las hojas de gelatina y añade a la mezcla, remueve hasta su total disolución, deja enfriar unos minutos.
Montaje de la tarta:
Corta el bizcocho a la larga para hacer dos mitades si lo has hecho en un solo molde. Coloca una mitad en la misma base del molde (incluido el aro del mismo) y remoja el bizcocho; vierte por encima la mitad de la mezcla de la crema, coloca la otra mitad del bizcocho encima y de nuevo, vierte el resto de la crema. Lleva a la nevera un par de horas para que se vaya estabilizando y endureciendo. Por último desmolda y decora al gusto. Yo opté por la sencilla y elegante opción de espolvorear azúcar moreno por encima y quemar con un soplete.

Disfruta